2.1.09

HORROR MEXICANO


(Publicado orginalmente en artivismo.com y en la revista puño y letra 11.08)

Mi gusto por el cine de horror comenzó hace tiempo, era un Sábado por la noche y se transmitía por televisión una película en la que le daban muerte a un gato de nombre Baker, Más negro que la noche. Esta era una cinta de la tetralogía de Taboada y tal vez fue la primera película de horror que me hizo, literalmente, pegar un brinco. Este tipo de cine era diferente al ya famoso cine B de explotación de luchadores y monstruos el cual tuvo su auge en los años 50´s y 60´s, pero no todo fue así, lo que sucedía es que el otro cine de horror era cine no comercial o estaba vetado o difícil de encontrar, como el caso de Alucarda de López Moctezuma o Santa Sangre de Jodorowsky.

Regresando a los inicios del cine de horror mexicano nos encontramos con Dos Monjes(1934) y El Baúl Macabro (1936) de Juan Bustillo y Miguel Zacarías, junto con El Fantasma del Convento (1934) de Fernando de Fuentes y tal vez el Drácula (1931) hispano de George Melford rodado a la par del Drácula de Tod Browning y La Llorona (1934) de Ramón Peón serían los iniciadores de este género en nuestro país.

El vampiro (1957) de Fernando Méndez se convierte en un clásico del cine mexicano y logra colocarse como una película de culto donde una segunda parte, estrenada simultaneamente El ataúd del vampiro (1957) no logra convencer a la audiencia, junto con este clásico hay otras que vale la pena mencionar como las de Chano Urueta, El barón del terror (1961), La cabeza viviente (1961) y El espejo de la bruja (1962) esta última con guión de Taboada sin olvidar El Escapulario (1968) de Servando González.

Juan López Moctezuma interrumpe en la escena del cine con Alucarda (1974) rompiendo el discurso visual y narrativo en el cine nacional al llevar el teatro al cine esta cinta de vampirismo lésbico religioso, lo mismo sucedería con sus otras cintas como Mary Mary Bloody Mary (1975), Matar a un extraño (1985) y La mansión de la locura (1975) todas estas con un ambiente sombrío y a las que yo llamo la tetralogía Moctezuma.

Otra tetralogía que vale la pena ver es la de Carlos Enrique Taboada con Hasta el viento tiene miedo (1968), El libro de piedra (1969), Más negro que la noche (1975) y Veneno para las hadas (1984) logra crear una de las cintas más importantes de horror del cine mexicano.

El cine mexicano de horror muere en los 80´s y renace en los 90´s con Cronos (1992) de Guillermo del Toro y con Sobrenatural (1995) de Daniel Gruener. Hablar de Del Toro es hablar de uno de los más creativos e inteligentes directores de cine mexicano contemporáneo; su trilogía de la guerra civil española comprende El espinazo del diablo (2001), El laberinto del fauno (2006) y próximamente 3993, sin mencionar su ya anunciada trilogía de vampiros. Comenzando con cortometrajes y dándose el lujo de rechazar multimillonarias cintas que no le convencían (Harry Potter y el prisionero de Azcabán) ha logrado convertirse en un director de culto con un camino de renombre y pocas manchas negras (Blade II y Mimic) que ha logrado difuminar.

Actualmente el cine retoma el horror de moda o en forma de remakes como el sobrevalorado K31 (2006) de Rigoberto Castañeda, que es solamente una mezcla de personajes tipo asiático e historias locales, así también este año se estrena en el festival de cine de Morelia el remake del El Libro de Piedra que esperemos no sea tan mala como el remake de Hasta el viento tiene miedo.

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